“Lo que mal empieza mal acaba”. Así ha iniciado el portavoz socialista en la Diputación, David Jurado, el balance del primer año del presente mandato con el gobierno en coalición de PP y Ciudadanos, fruto  del “pacto de las sillas”. Un “pasteleo”, según ha dicho, en el que ambas formaciones “intercambiaron los sillones” y frustraron el cambio por el que la ciudadanía apostó de forma mayoritaria el pasado 26 de mayo, al situar al PSOE como la fuerza más votada en la provincia.

 

Ese acuerdo entre un PP que quería “mantener a toda costa la presidencia de la Diputación” y un Ciudadanos que “quería ganar el protagonismo que no le dieron las urnas”, “truncó la única oportunidad que ha tenido esta provincia en su historia para beneficiarse de un verdadero cambio, de la mano del Partido Socialista”, ha dicho Jurado.

 

Un año después, que se ha reducido prácticamente a nueve meses por la crisis de la covid-19, “Ciudadanos se ha plegado a la inercia del Partido Popular”, una formación que “después de tantos años está realizando las acciones de siempre y, por lo tanto, obteniendo los mismos resultados de siempre”.

 

El portavoz socialista denuncia que se mantienen los principales problemas de la provincia, que el PP ni siquiera ha intentado solucionar en tantos años de gobierno, como la despoblación o la falta de conectividad”, a los que el PSOE sigue intentando ofrecer respuesta, de manera propositiva, como ha recordado el viceportavoz del Grupo Provincial Socialista, Javier Lezcano, en la comparecencia.

Es más, frente a la desidia del equipo de gobierno provincial, el PSOE sigue dispuesto a asumir las riendas de la Institución en cualquier momento, como ha asegurado su portavoz, quien recuerda que el acuerdo de gobernabilidad que sellaron PP y Ciudadanos una hora antes de constituir la Corporación provincial hace un año se ha quedado en papel mojado.

 

De hecho, como ha recordado, empezaron incumpliendo el primer punto, relativo a la regeneración política y limitación de mandatos a ocho años, con el “indulto” al propio presidente de la Diputación, César Rico. Y así han seguido con el resto de los 66 puntos que firmaron, como el relativo a las entrevistas abiertas y públicas para la contratación de personal, aunque el vicepresidente de Ciudadanos, Lorenzo Rodríguez, es el responsable de esta área. Nada hay tampoco del plan de publicidad institucional que prometieron redactar, del nuevo modelo de gestión de los centros residenciales, de la oficina de atención al ciudadano o la puesta en funcionamiento del consejo de alcaldes, que nació a propuesta del PSOE en el anterior mandato y solo se reunió en una ocasión.

 

Este primer año de mandato no ha estado exento tampoco de fricciones entre el presidente del PP, y el vicepresidente primero, de Ciudadanos, a quienes Jurado recuerda que han de escuchar al PSOE, como la fuerza más votada. De hecho, los socialistas siguen esperando respuesta a su oferta de un gran pacto para la modificación del presupuesto que permita afrontar las necesidades derivadas de la crisis por la covid-19.

 

Según el portavoz socialista, dentro de la “honestidad” del PSOE en esta Institución aun desde la oposición, a diferencia de la política de tierra quemada del PP cuando no gobierna, se enmarcan sus propuestas, como el plan de reactivación económica y social  de la provincia que presentó el Grupo Socialista y aprobó el Pleno de la Diputación. En definitiva, el PSOE practica una oposición constructiva.

 

Sin embargo, ni PP n i Cs han sabido siempre leer la importancia de las proposiciones socialistas para los habitantes del medio rural, como las que pedían la reapertura de los consultorios médicos locales, que rechazaron aquí y aprobaron en las Cortes de Castilla y León.

 

Lezcano ha recordado otras mociones del PSOE de calado en la provincia que tumbó el equipo de gobierno, como la de establecer en Burgos las subsedes de las Edades del Hombre en 2021 y critica el incumplimiento, hasta la fecha, de algunas medidas esperadas que prometieron PP y Ciudadanos, como la implantación de la banda ancha en el medio rural. Recuerda que, aunque hablaron de financiación y la Diputación presupuestó medio millón de euros, ni siquiera han empezado y “nada se sabe del compromiso de la Junta”.

 

Además, ha insistido en la necesidad de agilizar la tramitación de expedientes para evitar retrasos en servicios como el de la limpieza de cunetas, que por contrato, no ha podido empezarse antes de julio. En el caso de las brigadas forestales, cree que será difícil que empiecen a trabajar este mes, “con la necesidad que hay”. “Nosotros pedimos que en lugar de siete brigadas hubiera diez”, ha recordado, y ha lamentado que el equipo de gobierno lo rechazara.

 

Además, ha recordado la desastrosa gestión del reparto de mascarillas FFP2 de la Diputación a los ayuntamientos de menos de 20.000 habitantes y la petición socialista de que no se las cobrara. Añade que la Institución ha adquirido más de las que ha repartido con el objetivo inicial de su distribución entre los pueblos y que el PSOE intentará esclarecer el destino de ese material de protección que no ha llegado a nuestro medio rural aunque así estaba previsto en su compra.