Duras han sido las críticas con las que la secretaria general del PSOE de Burgos, Esther Peña, y el procurador Luis Briones han descrito los presupuestos generales de la Comunidad (PGC) para 2018. Para ambos, es imposible que estas cuentas permitan solucionar los problemas de la provincia cuando, por una parte, no existe voluntad política para ejecutar lo reflejado y por otra, aun así, hay graves olvidos.

 

Por ejemplo, en cuanto a la cantidad presupuestada para el Parque Tecnológico, 6,5 millones, Peña ha recordado que la difícil situación de la empresa necesita una solución. Como ha narrado, la consejera de Economía, Pilar del Olmo, anunció que se arreglaría situación de la empresa, en concurso de acreedores, lo que no ha sucedido y ha incumplido el acuerdo del plan de promoción industrial, por el que se supone que iban a contemplar inversión total necesaria.

 

En este sentido, se pregunta por qué no utiliza la fórmula de cesión de contrato, “cuántas empresas burgalesas no estarían dispuestas a ejecutar la inversión necesarias, no hace falta sacar una nueva convocatoria”.

 

Peña además se pregunta “dónde está el Plan Miranda, que figuraba en el Plan de Promoción Industrial”, y el Plan Garoña, puesto no hay un solo euro para este programa del que se beneficiarían Merindades, Miranda y Bureba.

 

Por cierto, que la también diputada nacional entiende que el PP debería explicar cómo va a gravar a una empresa cuya actividad ha cesado, intención anunciada recientemente por la Junta en cuanto a Nuclenor -propietaria de Garoña-, “espero que no sea gravar el almacenamiento nuclear, espero que no sea para crear un cementerio nuclear que nadie queremos y que se produciría por la puerta de atrás”.

 

Como con cada presentación de los presupuestos autonómicos, especialmente beligerantes se ha mostrado con la decisión de incluir casi 82 millones para el canon del hospital universitario de Burgos (HUBU).

 

De hecho, Peña ha abordado la evolución de esta cuantía. En cinco años y nueve meses se han pagado de forma efectiva 454 millones de euros del HUBU, en los primeros cinco años se han gastado 69 millones más a través de modificaciones presupuestarias, cuando en teoría el canon era de 38. “El doble de lo previsto inicialmente”, ha denunciado.

 

En el capítulo de ausencias, Peña y Briones destacan que no haya ni un euro para el Tren  Directo ni para el contrato convenio para traspasar vehículos pesado de la N-1 a la AP-1, por lo que reclama a los responsables autonómicos “que dejen de esconderse, no puede ser que los segovianos sepan cuánto van a gastar y los burgaleses no lo sepamos”.

 

Para ello, la diputada ha registrado una batería de preguntas en la Cámara Baja, “para que nos diga cómo va a cumplir el acuerdo al que se llegó recientemente en el Congreso”, así como se ha planteado una pregunta en el Pleno de las Cortes autonómicas, y así la Junta “explique en qué punto estás esas negociaciones concretando cuál va a ser la aportación de la Junta”.

 

Por todo ello, ha pedido al presidente de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, “que antes de que deje la Junta, invierta en su provincia, recuperando el HUBU para lo público”.

 

En el mismo sentido han discurrido los reproches de Luis Briones, quien ha evidenciado que este presupuesto “es el mismo de hace unos meses, es lo mismo que lo que hay ahora. Como los malos estudiantes, que se tienen que presentar en septiembre”, ha comparado.

 

De hecho, los presupuestos no se ejecutan, cómo así dan fe los datos de licitación de la Cámara de Contratistas. “Los datos son tremendos, este es el indicador de que la Junta no está trabajando en los proyectos que presupuesta, que son los mismos año tras año".

 

Al igual que Peña ha sido especialmente duro con lo que sucede en torno al HUBU y ha vaticinado que “las innovaciones tecnológicas supondrán un aumento tal que tendremos que ir a otro reequilibrio económico".

 

Ha relatado Briones que año tras año también figura la concentración parcelaria de Arandilla, que lleva siete años presupuestándose y que la circunvalación Este de Aranda de Duero tenía que estar hecha hace diez años cuando se presupuestó, licitó, hubo un problema y que no se ha procedido a licitarse de nuevo.

 

En cuanto al nuevo hospital comarcal ribereño, para el presente ejercicio, hace solo unos meses se presupuestaron 500.000 euros y “se están provocando problemas entre administraciones, no se ha iniciado nada, no se ha terminado ni el plan funcional. Esto es un auténtico fraude, que es lo que pasa cuando se hacen para no ejecutarse”.