El portavoz del PSOE en el Senado, Ander Gil, ha subrayado esta mañana, tras la Junta de Portavoces, que “comprende la incomodidad de Pablo Casado” con la propuesta de suprimir los aforamientos “debido a las derivadas personales de su máster” y ha pedido al Partido Popular que “abandone su hooliganismo político, vuelva a las posiciones de Estado y avance en aras de impulsar la calidad democrática en nuestro país”.

Gil ha recordado que Casado habló de regeneración cuando fue designado líder del PP y ha apuntado que “ahora tiene una oportunidad de oro para pasar de los discursos a los hechos, para aceptar la reforma de la Constitución y dejar de convertir el Senado en un mausoleo de exaltación de sus ideas más extremas”.

El portavoz de los socialistas ha confirmado el “apoyo total” de su grupo a la iniciativa planteada ayer por el Presidente del Gobierno y ha insistido en que se  trata de “dar un paso hacia delante en la regeneración democrática” y en dar respuesta a una demanda planteada por la ciudadanía desde hace años para acabar con unos beneficios políticos que han ahondado aún más en la desafección de la población hacia la política y las instituciones.

Ander Gil ha asegurado que “en los últimos siete años, hemos visto pocos pasos firmes en ese sentido. Han sido siete años de uso patrimonial y partidista de las instituciones por parte del PP” y ha hecho hincapié en la necesidad de que no haya una “justicia VIP” para los políticos y de que se regenere la vida democrática porque “no se entiende que en pleno siglo XXI” aún se mantengan vigentes estas figuras jurídicas.

Gil ha indicado que se trata de una “propuesta valiente que merece la pena sacar del barro político y de la confrontación partidista” y ha reconocido que “todos tenemos la responsabilidad de colaborar en este sentido”.

Por último, ha señalado que “no tiene sentido que nos enredemos discutiendo en los números ni en dilucidar quién es el padre de la idea en cuestión” pero ha precisado que en septiembre de 2016 el Grupo Socialista defendió en el Pleno del Senado una moción del mismo contenido que la propuesta planteada ayer por el Jefe del Ejecutivo. “El PP impuso su mayoría absoluta y tumbó la iniciativa”, ha matizado. En este punto, ha recordado que la reforma constitucional requiere de unas mayorías amplias (3/5) tanto en el Congreso como en el Senado y que “matemáticamente no saldrá adelante si el PP no la apoya”.