“Ayer se escuchó en el Senado la voz de Castilla y León con mi denuncia a la Junta por la falta de asistencia presencial sanitaria. Siete meses sin ver a un médico en los consultorios médicos, siete meses de atención telefónica y siete meses debilitando a la sanidad pública”.

 

Con estas palabras refleja en su cuenta de Twitter esta semana la senadora socialista por Burgos Mar Arnaiz su intervención en el Pleno del Senado en defensa de la enmienda del Grupo Socialista a la moción del PP que instaba al Gobierno a la adopción de medidas de carácter sanitario para el control de la pandemia por covid-19.

 

“Un ejemplo de medidas ideológicas lo encontramos en la Junta de Castilla y León, donde la asistencia presencial se ha esfumado durante los siete meses de la pandemia. Parece que se pretende curar por teléfono y esto no es garantizar la asistencia; es castigar a la población más vulnerable, como los mayores. ¿Sufrirán secuelas piscológicas? sí y más graves, como los fallecimientos de tres paisanas por cáncer: Lidia González, de 22 años; Sonia Sainz-Maza, de 48 y Lidia Bayona, de 53”, expuso. Tres casos en los que las familias han denunciado la desatención sufrida.

 

Según aseguró, el presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, “se está cargando la sanidad pública, debilitándola”. Opinó, así, que su modelo es que “quien tenga recursos y quiera ser atendido presencialmente, que vaya a la sanidad privada”.