La secretaria general del PSOE de Burgos y diputada nacional, Esther Peña, ve en el inicio del desmantelamiento de la central nuclear de Santa María de Garoña, que cesó su actividad en 2017, “el principio de la esperada revitalización de la comarca de Las Merindades”.

 

El Boletín Oficial del Estado publica hoy el anuncio de la Subdirección General de Energía Nuclear por el que se somete a información pública la primera fase de este proyecto, así como el estudio de impacto ambiental.  Peña confía en que el proceso cumpla con los plazos que se fijó la Empresa Nacional de Residuos Radiactivos, (ENRESA), de obtener la declaración de impacto ambiental en 2022 para comenzar, a continuación, con la ejecución del desmantelamiento.

 

La parlamentaria socialista se muestra “optimista” ante el anuncio que publica el BOE, porque “marca una hoja de ruta inequívoca para alcanzar la recuperación económica y social del área de influencia de esta central, que el Gobierno de Rajoy cerró sin un plan alternativo”.

 

“El Ministerio para la Transición Ecológica abre la esperanza para poner fin a la despoblación y a la falta de oportunidades que padece la comarca de Las Merindades”, subraya, al tiempo que agrega que “solo la primera fase supondrá creación de empleo”.

 

Peña recuerda que el coste total de las actuaciones de las distintas fases del desmantelamiento, estimado en 468 millones de euros, correrá a cargo del Fondo para la Financiación para actividades del Plan General de Residuos Radiactivos que gestiona Enresa.  

 

En su opinión, este anuncio “evidencia el compromiso firme del Gobierno de Pedro Sánchez con Las Merindades, frente a años de inacción y abandono de la Junta, en donde el PP no fue capaz de reaccionar ante el previsible cierre de una central que estaba agotando su vida útil, ni siquiera cuando la superó, apostando por prolongarla”.

 

Peña añade que la firma del protocolo con la Junta para la transición justa del entorno de Garoña para la reactivación de la zona es “inminente”.