La secretaria general del PSOE de Burgos, Esther Peña, acusa al Partido Popular de “estar reventando la sanidad pública y la atención asistencial de Burgos”, además de “jugar a la hipocresía y a la improvisación” con la salud de los burgaleses y las burgalesas, porque, entiende, han convertido a esta provincia en el epicentro de su guerra interna con su socio de Gobierno autonómico, Ciudadanos.

 

Sobre el reciente anuncio de cierre inminente del hospital San Juan de Dios tras la rescisión del convenio con la Junta, opinó que “no existe más voluntad que la de cargarse un nuevo servicio asistencial”, porque, aunque los responsables del Ejecutivo autonómico aluden a la posibilidad de utilizar el hospital Divino Valles para ofrecer la atención en cuidados paliativos y medias y largas estancias, la Junta no ha movido ni un dedo para adecuar sus instalaciones.

 

Unas instalaciones propiedad de la Diputación, que cedió en uso sanitario a la Administración autonómica, quien, al menos hasta el viernes pasado, no le había trasladado ninguna intención de realizar obras de envergadura; ni siquiera una comunicación de cortesía. 

 

“Pido al Partido Popular y al presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, que dejen de jugar con la salud de los burgaleses y con el futuro profesional de aquellas personas que, durante muchas décadas, han estado dando un servicio magnifico a la ciudadanía burgalesa”, insistió. También recordó que esta formación ha dado la espalda al Ayuntamiento de Burgos que, por acuerdo plenario, pidió mantener el servicio que ofrecía el hospital San Juan de Dios y una solución que hiciera justicia con sus trabajadores.

 

En la misma línea, recordó que el PP votó en contra el pasado viernes de las enmiendas del PSOE en materia sanitaria al Presupuesto General de la Comunidad para 2022. Unas propuestas que pedían partidas para acondicionar y equipar el hospital provincial Divino Valles para la prestación de cuidados paliativos, agilizar la construcción del nuevo centro de salud García Lorca y la ampliación del de Melgar de Fernamental, así como un nuevo para el Valle de Mena y que incluían la petición de cuatro millones de euros para la construcción del esperado nuevo hospital comarcal de Aranda de Duero.

 

Por su parte, el portavoz de Sanidad del Grupo Socialista en las Cortes autonómicas, Jesús Puente, se refirió al cese del convenio con el hospital San Juan de Dios como “la peor de las opciones”, ya que el vicepresidente de la Junta, Francisco Igea, expresó su previsión de trasladar las prestaciones que este centro ofrecía al Hospital Universitario de Burgos, (HUBU). 

 

Sin embargo, opina Puente, en la actualidad, este centro no reúne las características adecuadas ni tiene profesionales especializados para dedicarse a ese servicio. Por eso, calificó los planes de la Junta en ese sentido de “aberración clínica” y acusó a la Junta de sembrar la “incertidumbre” entre pacientes y profesionales.

 

Y con respecto a lo que Igea consideró como ‘Plan B’, que sería el traslado de pacientes de media y larga estancia y de cuidados paliativos al hospital Divino Valles, recalca que dicho centro no está en condiciones de acoger el servicio, a falta de mejoras en sus instalaciones y equipamiento, como los ascensores.