El Grupo Provincial Socialista ha expresado su “decepción máxima” por la falta de ambición política del proyecto de presupuestos que ha presentado el equipo de gobierno del PP y Ciudadanos para el año 2023 en la Diputación y a cuya presentación  mediática, antes que a la oposición, ni siquiera asistió el diputado de Hacienda, David Colinas. 

 

El portavoz del PSOE en la Institución provincial, David Jurado, entiende que este documento, que debe marcar “las prioridades políticas” del gobierno provincial, es fruto del trabajo de los técnicos de la Administración, por lo que se ha preguntado “quién manda en la casa”, para, a continuación, concluir que “nadie, no hay rumbo político”. “Nuestro parecer es que no son unos presupuestos acordes al momento, ni útiles y no lo son por la pérdida de inversiones pese a ser históricos en su crecimiento”, ha declarado.

 

Así ha contestado a la “falta de respeto” con la que se despachó el presidente de la Institución provincial, César Rico, para referirse a las posibles aportaciones de los socialistas al documento como “ocurrencias”. También le ha contestado que, pese a ser el presupuesto más elevado de la historia de la Diputación, con 146 millones, las inversiones reales previstas se reducen en un 16,59% con respecto al presente ejercicio y que no se prevé ningún proyecto novedoso, ni ninguno con financiación de fondos europeos, sino actuaciones largamente prometidas y lastradas, como el centro de interpretación de Clunia.

 

Entonces, ¿por qué crecen las cuentas? Según el socialista, porque la Diputación prevé “acudir al endeudamiento como nunca”, con un crédito de 18,6 millones de euros y porque “toda la fiesta del capítulo de ingresos se la paga el señor Pedro Sánchez al señor César Rico”, con un aumento del 6% en la participación de tributos del Estado y del 7% en las transferencias corrientes.

Además, la Diputación contempla un aumento del 3,75% en la recaudación de tasas y precios públicos, “una buena noticia”, según Jurado, fruto de la recuperación de los servicios y de los usuarios tras los años más críticos por la Covid-19.

 

El único aspecto positivo que el Grupo Socialista encuentra a estas cuentas es que van a ser las últimas de este equipo de gobierno.  Jurado ya anuncia que el PSOE volverá a buscar en mayo de 2023 el cambio que frustró el pacto entre PP y Ciudadanos en las últimas elecciones municipales para revertir esta tendencia porque, ya vaticina, el presupuesto volverá a tener un alto grado de inejecución. “El presupuesto no vale para nada, el equipo de gobierno lo prepara deliberadamente desde el principio para incumplirlo”, ha asegurado porque, dice, “recurre al crédito solamente para balancear las cuentas, pero no será necesario usarlo después y no se ejecutará”, ha dicho.

 

También encuentra decepcionantes el socialista las previsiones para los dos organismos autónomos de la Diputación, el Instituto Provincial para el Deporte y la Juventud, (IDJ), y Sodebur. En el primer caso, por la ausencia de un Plan de Instalaciones Deportivas que Rico ya ha fiado a los remanentes de tesorería de 2022, según Jurado, por la baja ejecución presupuestaria, de poco más del 9% en gastos reales en el pasado mes de septiembre.

 

En el caso de la Sociedad para el Desarrollo de la Provincia de Burgos, lamenta que “cada vez contempla más subvenciones y menos proyectos de inversión”. De su presupuesto, de 5,6 millones, destaca que duplica la transferencia para gasto corriente de este organismo, pasando de 1,8 millones en 2022 a 3,6 para 2023. Una circunstancia que, opina, es propia de la Diputación, ya que más de la mitad del presupuesto va a destinado a su propio funcionamiento y lo que ocurre en los dos organismos autónomos es fruto del acuerdo de gobierno PP y Cs, que “desde sus dominios intentan emular lo que hace la Institución provincial, ese caciqueo de subvenciones, en vez de invertir en proyectos productivos”.

 

En cuanto a las inversiones más esperadas por los pueblos, los Planes Provinciales, el PSOE sigue sin comprender por qué este equipo de gobierno está  abonado a “la trampa de hacerlos bienales sin reconocerlo”, con una reserva del 60% del presupuesto para 2023 y el resto, para 2024, como ha dicho el viceportavoz socialista, Javier Lezcano, que teme que “con el solapamiento de estos porcentajes, lleguen a saltarse la convocatoria un año, como ha ocurrido con las convocatorias de ayudas para la reparación de caminos rurales y la de mantenimiento de iglesias”.

 

Lezcano ha aprovechado la comparecencia junto al portavoz socialista para exigir al departamento de Hacienda de la Diputación o al presidente una explicación por escrito a las 650 pedanías de la provincia por el giro de los recibos de los IBI de rústica y urbana de su patrimonio. “Esto no había sucedido nunca hasta el año pasado, cuando llegó a un 20% o 30% de las pedanías y no por todos sus bienes”, ha aclarado. 

 

Asimismo, pide a Rico que estudie la posibilidad de buscar una solución, como una posible exención de este impuesto a las pedanías para con sus ayuntamientos o una bonificación que alcance un porcentaje alto para evitar esta discusión de que las pedanías paguen y luego los ayuntamientos devuelvan o no el importe total a sus pedanías”. “Eso sí sería un servicio a la ciudadanía”, ha considerado, para apostillar que otras diputaciones provinciales ya han adoptado medidas para resolver ese conflicto. 

 

Por último, ha vuelto a exigir celeridad en la publicación y resolución de las convocatorias de subvenciones, empezando por la de Planes Provinciales, cuyo “supuesto adelanto, se abonó en agosto, pero las ayudas de los Planes de Empleo se han cobrado apenas hace diez días”, ha citado, entre otros ejemplos. También pide más planificación y menos improvisación en convocatorias como las de Cultura, para evitar la incertidumbre que se ha generado este año en torno a ayudas como las de Acción Cultural y a fiestas patronales.