El Partido Popular y Ciudadanos han propiciado en solitario la aprobación definitiva del último presupuesto del mandato en la Diputación, con el voto en contra del PSOE y la abstención del Grupo Mixto (Vox) en Pleno extraordinario.

 

Las cuentas históricas, según el bipartito, por ser las más elevadas de la historia de la Diputación, con más de 145 millones, no son, sin embargo, las que la provincia necesita, a juicio del Grupo Socialista, cuyo portavoz, David Jurado, ha insistido en que no sirven siquiera para solucionar buena parte de los problemas que atraviesa la Institución provincial.

 

El socialista ha puesto en duda la utilidad de las cuentas, que reducen la inversión en más de un 16,5%  con respecto a las de 2022, a la vista de la “pírrica” ejecución presupuestaria en inversiones del presente ejercicio y que, al cierre del tercer trimestre no llegó ni a un euro de cada diez previstos en materia de inversión. La ejecución del final del mandato “algo mejorará, pero tampoco será gran cosa”, según Jurado, que censura que el equipo de gobierno vuelve a “cuadrar el presupuesto con el recurso a una deuda - un péstamo de 18,6 millones- que finalmente ni acaba ejecutando porque no es necesario”.

 

Por eso, ha reiterado la posición contraria del PSOE a estos presupuestos “continuistas” de los que, ha dicho, “lo mejor es que son los últimos del mandato”.